sábado, abril 28, 2007

andante

tu voz es como el mar que me acompaña
a cada inspirar el cielo matutino
cada paso es un enigma de respuestas
hacia adentro

si te pudiera decir que eres el viento
de rauda introspección y de sonrisa
bastaría un abrazo hacia el silencio
que tanto nos seduce

gracias por tu antojo de libélulas
la barca y los ojos sin fronteras
el ave de tu ruta aflamencada
nunca fue tan gentil alzando el vuelo

hechizas elegante a la nostalgia
susurras la alegría del camino
como ha de ser siempre en esta vida
que nos echa a buscar