para vestir el viento es necesario
desatar los zapatos y el cabello
olvidar todo el paso de los años
y hasta el mínimo aire de egoísmo
ser la hoja de otoño que regresa
a la tierra fecunda
abandonar el fastuoso equipaje
mas no a los que alcance en el abrazo
para vestir el viento del presente
hay que dejarse en el camino los deseos
e inundarse de silencio