martes, mayo 20, 2008

buda

...en las inmediaciones de mi mente apareció el iluminado, sereno como la noche sin espejos que no ansía ilusiones, sentado bajo el árbol de incansable sabiduría, sin decir nada pero llenando los enredos de vacíos, haciéndose ave, pluma y nada; corazón, piedra y montaña; pequeño, inamovible, desvestido de ruido, pintado de bondad... en ese claro paraje de lucidez, al costado de antigua ceguera, reflejado por los ojos atentos y por los que juegan a ser algo sin sentido... allí donde el ego se constipa de ausencia y el miedo ni siquiera es sombra, ahí mismo me observé un instante... lo inefable de la armonía...

2 comentarios:

cardonalina dijo...

El poema BUDA es simplemente precioso Yo también lo admiro y en pago ofrezco el mío
SIDARTA

Sidarta iluminado preside armonías
en la idílica paz que conjura el silencio;
las altas montañas,en ermitas agrestes
en mágicos templos
donde el hombre abandona codicias, bienes terrenales ;
busca y persigue purificar su karma
para alcanzar un día
senderos celestes que promete el Nirvana
en total congruencia con todo el equilibrio
del vasto universo.
Ha sido por decenas de siglos y Oriente le sigue
los monjes reiteran la voz del maestro.
Abandonan sus vidas al culto divino
expían sus culpas con toda paciencia
con crueles castigos.
Observan su conciencia en el espejo del agua
y limpian sus pecados en medio del fuego.
Respetan los peces con igual reverencia
como se inclinan al otro
con igual levedad saludan ,caminan
y entraban el diálogo
en pocas palabras y muchas sonrisas
en sano contacto
donde no existe la ira,la maldad ni el despecho
quizá el placer que se inscribe en sus códigos
no sea entendido en la otra ribera
donde el mundo maneja
paradigmas distintos
con un Hijo de Dios que vino a inmolarse
para enseñar lo mismo.

Yllari Chaska dijo...

Muchas gracias por compartir este poema y la admiración compartida por este ser de luz.