frío

tengo los pies fríos
desde la infancia
sobre todo por las noches
en el reguero de la memoria

el frío me aisla de la vida
y se ríe

pero cuando camino
toman un color a tarde
y se dejan abrigar por el instante

hoy no he salido
la quietud me consume
me ciega

es mejor despertar

hermana

A Cristina

me pregunto cuánta luz
alcanza en una gota de sonrisa
ermitaña

soy gota evaporada que se cuelga en una nube
y rezago itinerante de arcoiris

tú eres un mar revuelto y generoso
colmando la playa de simples palabras
que calan el alma

te abrazo con el ánimo del sol
de nuestras primaveras

café

un sorbo de nocturnidad
se arremolina en el centro
aroma de mirada que no acaba

hondo
como la noche de estrella solitaria
sabe perdernos en su orilla
cada palabra se me colma de deseos
con expresa celeridad

usanza de indómitos suspiros