miércoles, marzo 03, 2010

sin techo no refresca la mañana
el río no limpia
sangra el sol en la mejillas de los hijos

y aquellos cantándole al ruido
volátil ceguera

me duelen los pies aún descalzos

3 comentarios:

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Muy bello tu poema, Yllari, y muy significativo.
Un abrazo cordial.

Chity Taboada dijo...

Reconocer el sufrimiento de los otros es el principio de la lucha para combatirlo. Muy bellos versos.

Chity Taboada

Yllari Chaska dijo...

Gracias.