domingo, julio 14, 2013

certezas

me llaman idealista si rechazo
el dinero gobernando la existencia
esa fábrica hostil que limita la alegría

¿dónde quedaron el hogar, la salud, el aprendizaje
como fines supremos de una patria?
no quiero repetir el espejismo
en pos de los objetos
mi cabeza hoy se baña de promesas
de una vida más simple
donde el aire refresque y el abrazo cobije
cuando todos seamos solidarios

guitarra

las cuerdas casi rompen
el aire que nos queda
son una ayuda a la memoria que perdemos
en el desierto de las cosas muertas

es su vaivén agudo
una llamada desgarradora
la puerta de escape
al absurdo rutinario
donde al débil se le acusa de culpable
y nadie dice nada

es su temblor encapsulado
una pregunta inquisidora hacia el vacío
de la acumulación

su ritmo vital acompaña
el andar juntos en la marcha ineludible
hacia una dignidad desesperada