borde

retrasa la muerte alucinando
que se acerca a ella
recupera su traje de sorpresa
lo soñado en el fuego de alegría
el correr con insondable pena

no vale la verguenza si hay urgencia
probar la exaltación de aún estar vivos
libertad que en tiempo corto
alcanza

cuanto más muere
las palabras atrapan el sentido
y los besos desbordan de pureza

braman por sus poros
todas las vidas que se van
y la llenan de coraje

sueño

en un modesto pueblo donde caen las hojas
atentas al otoño de otras ferias
y los tenderos apacibles cantan para adentro
la alegría de sus conversaciones
en un carro viejo que sabio nos acerca
donde la prisa no encuentra ya cabida
en una mano florecida que invita a la mía
bajo el roble gentil que vio nacer a los que enseñan
te he reconocido

en todos los atardeceres que me esperan
a la vuelta de la mar

valiente

gracias por el pulso de tus búsquedas
el pedazo de sonrisa en este puerto
vela de libre esperanza

navegante del camino medio
en tu barca llevas las preguntas
que ya son respuestas

zíngara

danza la pandereta sobre tus palmas
navega las olas del lamento
compás que escolta a tus abuelos

cuando cantas enmudece
y el silbido ronco del remoto vendaval
no se atreve a imitarte

los antiguos despiertan nuevamente

luna

pequeñita diosa láctea
lazarilla nocturna de los no durmientes
reviérteme al barro donde todo empieza
semilla que se guarda para el día

a veces te observo en las acequias
cada grieta donde pueblan los recuerdos
sus más íntimos antojos

tu piel es la corteza del hogar
naciente herencia del camino medio

cuando miras
te celebro distante del misterio
serenata a la vida con brazos abiertos

avenida

se me corta el aire por quedarme
en la ciudad de falsos dioses
me agobia el sonido de las bocas
que sólo piden velos

las luces desdicen su pureza
en cada semáforo
miradas de euforia ante el martillo
disfrazado de canción
ceguera de raíz que me pregunta
cuándo nos olvidamos de sentir
la savia natural

desazón ante el humo idolatrado
que ahoga mis flores

verano

te he visto a ojos cerrados
como tantas veces
no hay respiro que te exhale
vocación que te anule
memoria que te aparte de la brisa

es muy triste extrañarte
frente al mar